Miras alrededor…
Ahora dime, ¿qué puedes ver?
… mientras retumban los ruidos
el fuego ajeno, la amarga hiel…
abre tus ojos…
y un fuerte golpe contra el muro
la tierra desdibujada
y más sombras…
pilares erosionados del ayer
Nada de lo construido hasta hoy
nos pertenece, ni tampoco su ilusión
Sólo hay vientos y cenizas
de nuestra fiebre, nuestro fuego y nuestro sol…
… y un mundo lejos
separado por dos orillas
una luz resplandeciente
una sola caída y un solo rencor
¡Ah, tiempos de odio!
cosechas de sangre sin siembras
Un terrón donde acostarse, una herramienta
un rostro suave por acariciar
… y el amor que nos ayude a cincelar
en esta tierra queda tanto por crear
¡Derramar la sangre de nuestras venas!
… es este el mundo que reclama nuestra miel
… y el rencor, sí, nos ayude a recordar
que en este mundo nada podrá ser igual
¡Derramar la sangre de nuestras venas!
Que en esta tierra queda tanto por crear…












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