Un, dos.
Un, dos, tres.
Recuerdas aquel día que no llegaste,
porque se te paró el reloj.
Que mala suerte no te acordaste,
que lo tenía yo.
Tú y tus mentiras me convencían,
pero la venda se cayó.
Y al fin te descubrí burlandote de mí,
no voy a tener compasión.
Porque te vi, nadie me lo contó,
sé que el amor es ciego pero yo no.
Así que olvídalo cómo se te ocurrió,
venir a pedirme perdón.
Hasta aquí ahora decido yo,
ya no le creo ni a mi corazón.
Él es cómplice y daba su vida,
por ti pero se equivocó.
Y yo que te creía, que ironía,
y tú jugabas con mi amor.
Y ahora te quiero ver tratar de convencerme,
de que aquí la culpable soy yo.
Porque te vi, nadie me lo contó,
sé que el amor es ciego pero yo no.
Así que olvídalo cómo se te ocurrió.
venir a pedirme perdón.
Hasta aquí ahora decido yo,
ya no le creo ni a mi corazón.
Él es cómplice y daba su vida,
por ti pero se equivocó.
Te acuerdas de aquella que te entregaba,
sus noches, ella jamás te negaba.
Ahora esa que tanto te amaba,
se pierde en otros brazos y hasta te olvidó.
Porque te vi, nadie me lo contó,
sé que el amor es ciego pero yo no.
Así que olvidalo cómo se te ocurrió,
venir a pedirme perdón.
Hasta aquí ahora decido yo,
ya no le creo ni a mi corazón.
Él es cómplice y daba su vida,
por ti pero se equivocó.
Porque te vi, nadie me lo contó,
sé que el amor es ciego pero yo no.
Así que olvídalo cómo se te ocurrió.
venir a pedirme perdón.
Hasta aquí ahora decido yo,
ya no le creo ni a mi corazón.
Él es cómplice y daba su vida,
por ti pero se equivocó.
Porque te vi, nadie me lo contó,
sé que el amor es ciego pero yo no.
Así que olvídalo cómo se te ocurrió.
venir a pedirme perdón.












Comentarios
Deja tu comentario: