Murga de la TV

Despierto como cada día, dispuesto a disfrutar mi vida.
Difícil salir de la cama, pero la música me llama.
Bajando por las escaleras, repaso lo que hoy me espera.
Abajo caliento el agua, prendo la tele a ver qué pasa.
Parece que está lloviendo, ¿por qué no habré mirado la ventana?

Hoy tengo que ir para el centro, veamos cómo anda eso.
Parece que está complicado, eso yo ya lo había escuchado.
Se dice que hubo un par de muertos, por causas aún desconocidas.
Un incendio un choque de motos, y está llegando un terremoto.
Y que el barrio de Bernal, por un monstruo es acechado,
que todavía nadie vio, pero que está comprobado.

Saliendo a la calle de casa, camino con paso ligero
y si me encuentro un personaje, me cruzo porque tengo miedo.
Tal vez sea algún ladrón de algún virus portador,
¿cómo se si está infectado con la gripe del jamón?
Debe ser un violador, asesino por amor.
Seguro es alguna lacra que salió en televisión.

Es que hoy, hoy tengo un problema.
No, no puedo mirar sin ver,
con ojos prestados, soy un dominado, con ojos de dominador.

¡Rompamos la tele, que explote contra un paredón!
Un martillazo no estaría mal.
Y después discutimos que pensamos que es lo real.
Y después debatimos sobre los problemas que hay.
Y hablamos de pobreza y decimos desigualdad.
¡Hablamos de opresión y nombramos al capital!
Sintiendo que las palabras son nuestras esta vez,
y que no impone el discurso un boludo en la TV.

Y hablamos de los sueños esos que nadie nombró,
saben que tienen la fuerza de la emancipación.
Hablamos, charlamos, discutimos,
sentimos que el mundo nosotros lo construimos.
Expropiemos las palabras de los medios del terror.
Ya basta de mentiras, ya basta por favor.