La famosa banda británica de hard rock Deep Purple presentó el pasado viernes su nuevo disco “Whoosh!”. Un álbum que se grabó durante el mes de abril en los estudios de Tracking Room, un lugar de culto para los amantes de la música en el que aseguran ser el segundo mejor estudio del mundo, por detrás solamente de los de Abbey Road.
Deep Purple lleva más de 50 años subiéndose a los escenarios, precisamente hace dos años celebraron esta hazaña. Cuentan con una revolucionaria trayectoria musical, que han querido celebrar presentando su nuevo álbum “Whoosh!”, demostrando una vez más que el rock más duro nunca muere.
“El disco tiene un comienzo muy humilde. Todo comenzó en la sala de ensayos en Alemania, aunque solo con la banda, acto seguido fuimos a Nashville, donde estuvimos cerca de dos semanas antes de que Bob Ezrin viniera. Fueron aproximadamente 10 días de grabación” explicaba Donald Smith Ayren, actual teclista de la banda.
Deep Purple estuvo un tiempo sin aumentar su discografía, solo se centraban en dar conciertos, sin embargo, parece que el rumbo ha cambiado y gran parte de culpa la tiene Bob Ezrin, el productor encargado del disco quien ha tenido el placer de haber trabajado con bandas tan míticas como Pink Floyd o Kiss.
“Whoosh!” cuenta con 14 canciones en total y cada una de ellas aborda un tema social de actualidad diferente. El ritmo es puro rock clásico, aunque con toques de hard rock, sin perder la esencia de la banda.
Es el tercer disco que la banda realiza con el productor canadiense, y curiosamente los dos anteriores en los que también participó fueron los que llevaron a la banda a lo más alto de la lista mundial de éxitos. El primero fue “Now what!” en 2013 y el segundo “Infinite”, en 2017.
Airey tuvo unas palabras de agradecimiento para Bob;
“Gran parte de este éxito tiene que ver con Bob. Lo conocimos en Toronto en el año 2012, mientras tocábamos en el Massey Hall. Él era un espectador más, cuando acabó el concierto pasó a los camerinos y nos dijo que quería tener una reunión con nosotros al día siguiente”.
Dicho y hecho, en ese encuentro Bob les planteó un cambio de planificación musical. Los miembros del grupo Ian Gillan, Ian Paice, Roger Glover, Steve Morse y Airey aceptaron la propuesta. Dicha propuesta era hacer la música que ellos quisieran, sin obsesionarse con la fama, sin centrarse solo en el éxito, un proyecto que terminó cuajando de manera sensacional.
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