5. TU GLORIA ESTÁ AQUÍ
Jesús, en esta hora podemos expresar
nuestra mayor felicidad, de poder abrir
nuestros labios en señal de alabanza;
por las bendiciones recibidas de ti
todos los días. ¡Recíbelas, como olor
grato en tu presencia, Señor!
Yo soy feliz cuando mi boca se abre
para adorarte, Señor.
Cuando puedo levantarme, clamar
en tu presencia, se llena mi corazón,
//De bendición por tu clemencia,
te has hecho parte de mí. Mi gran Señor!
Deja que mi alma te alabe, Señor.
Deja que mi boca te exhalte;
Voy a levantar mis manos para adorarle
Deja que mi alma te alabe, Señor.
Deja que mi boca te exhalte;
Voy a levantar mis manos para adorarle
Deja que mi alma te alabe, Señor.
Deja que mi boca te exhalte;
Voy a levantar mis manos para adorarle
Deja que mi alma te alabe, Señor.
Deja que mi boca te exhalte;
Voy a levantar mis manos para adorarle
Al entrar, al entrar a este lugar,
es tan fuerte tu presencia, Señor
que casi podemos palparla;
tu gloria se siente en cada rincón
de este lugar; que el aroma que
despide tu presencia, nos hace sentir
que tu gloria está aquí, Señor.
Puedo sentir tu Gloria al entrar a este lugar;
se siente la fragancia de un arona celestial;
Tu divina presencia se siente en cada rincón;
Esta casa está llena de tu gracia y de tu amor.
Todos estamos contentos y cantamos para ti
con todo el corazón, porque tu gloria está aquí,
¡Tu gloria esta aquí! ¡Tu gloria está aquí!
Hoy puedo cantar, porque tu gloria está aquí.
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