La cogia a menos de tres si cazaba 100 gramos
le echaron las cartas, vieron el mal fario
no repercutió en su casa sus altos y sus bajos
bebía Mamajuana en bares de dominicanos.
No quiere hablar de sus cosas, las noches pasan volando
la madre de su colega sigue en la casa llorando
se siente culpable, su hijo tiene un fin cercano
la abuela ha llorado bastante, no le doy mal trago.
Otra copa Marie Brizard, otra fuga de los malos
otra visita al bazar, otra al piso franco
vuelta a los juegos de azar, vuelta a los días nublados
cincuenta, cincuenta, moviendo y sentados.
Lo tenían en oferta solo había pescado
no ganemos la guerra pero estamos a salvo
no hay sitio en la pecera para el que come plancton
hasta que los míos sonrían esto sirve de algo.
El pájaro que pía al final va andando
el pájaro que fía al final paga el pato
mira que te lo decían pero tu ni caso
mira que lo merecía y lo vi de paso.
Se cumplió la profecía, na’ nuevo en el barrio
los nietos ya no le ponen monedas al San Pancracio
siempre estuvimos fuertes sin ir al gimnasio
echa monedas a la fuente, pone velas al santo.
A veces es consecuente, a veces lo contrario
a veces hinca el diente, a veces moja el labio
arrastra en el presente cosas del pasado
siempre tiene presente todo lo pasado.
Peso welter, peso pesado
nudo en el vientre, no hay luz en el faro
si te salía a veinte es que estaba malo
si sale del alma, Ivan Cano.
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